Ser Maestra es saber escuchar,
es la mujer vestida de paciencia,
es cuidar de sus alumnos la conciencia
para que a sus metas puedan llegar.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Alfabetizaciones digitales

La llegada de las tecnologías digitales ha representado nuevos y significativos desafíos y oportunidades para los educadores mediáticos. Por una parte, estas tecnologías ofrecen un nuevo conjunto de objetos y procesos para el estudio, y hacen que varios aspectos de la producción mediática sean mucho más accesibles a los estudiantes. Por otra parte, sin embargo, estas tecnologías a menudo parecen ir acompañadas de una forma de instrumentalismo educativo que implícitamente mira la tecnología como una utilidad meramente neutra. Así pues, además de sacar partido de las posibilidades de la tecnología digital, los educadores mediáticos necesitan insistir también en algunos problemas y principios fundamentales.
En este terreno, a lo que estamos asistiendo no es tanto al desplazamiento de tecnologías más antiguas por otras más recientes cuanto a una convergencia de formas y prácticas culturales que antes eran distintas. La posibilidad técnica de «digitalizar» un variado abanico de diferentes formas de comunicación (no sólo escritura, sino imágenes visuales y en movimiento, música, sonido y palabra) forma parte de una más amplia convergencia de medios, en virtud de la cual las fronteras entre imprenta, televisión y medios generados por ordenador empiezan a desmoronarse.
Parece evidente que estas tecnologías ofrecen nuevas oportunidades para la autoexpresión que «liberará» a los niños del control de los adultos y les permitirá crear sus propias culturas y comunidades (Katz, 1997).

En el contexto de la educación, las exageraciones sobre las ventajas de la tecnología digital siguen gozando de amplia difusión. Los padres y los profesores son los destinatarios de una publicidad comercial agresiva que presenta los ordenadores como un medio educativo: en realidad, como la herramienta educativa indispensable para el mundo moderno (Buckingham, Scanlon y Sefton-Green, 2001). Según los folletos publicitarios, los ordenadores ponen a los niños en contacto con mundos desconocidos y despiertan de nuevo su deseo espontáneo de aprender. Para aquellos que pueden permitirse el lujo de invertir en ellos, los ordenadores contribuyen a que los niños «se abran camino» en la carrera educativa.
Tal como lo dice Buckingham : Las escuelas no son ya el primer lugar de acceso de los niños a los ordenadores. Los niños están viviendo ya en un mundo digital; sí pues, como sucediera con los medios «más antiguos», necesitamos estar en condiciones de capacitarlos para que lo comprendan y participen activamente en él.

La Alfabetización digital y la cultura de la imagen

Es fundamental que las escuelas propongan  una relación con las nuevas tecnologías digital  significativa y relevante para los sujetos que los habitan. La alfabetización digital debería ayudar a promover otras lecturas y escrituras sobre la cultura que portan las nuevas tecnologías, que le permitan  a los sujetos los contextos, las lógicas y las instituciones de producción  de esos saberes, la organización de los flujos de información, la procedencia y los efectos de esos flujos, y que también las habiliten  a pensar  otros  recorridos  y otras formas  de producción  y  circulación. “hay que colocar a la escuela en el medio de la formación de una cultura de la imagen” (...) 
que en la cultura de la imagen es importante destacar el peso de las tradiciones visuales y de las formas históricas en que nos hemos ido constituyendo en una comunidad de espectadores, de la misma forma que es importante hacerle lugar al análisis y la reflexión sobre los modos en que esa comunidad se está reconstituyendo hoy con los celulares, los videojuegos e internet. En este cruce y rearticulación de temporalidades pasadas, presentes y futuras, puede darse lugar a una transmisión que no sea planteada como repetición mecánica de una historia sino como el pasaje de una tradición que se renueva y se redefine con cada nueva generación, como un pasaje que combina tecnologías viejas y nuevas, como una acción que mantiene, finalmente, una escala humana. (..) Dussel 2006.

domingo, 20 de noviembre de 2011

El docente y el uso del material didáctico

El material didáctico es un recurso que utiliza el docente para trabajar determinados contenidos. Los contenidos seleccionados son los que indicarán qué tipo de elementos se tendrán que poner a disposición del niño. Por lo tanto, la decisión del docente debe partir de este punto. Luego, se planteará si esos contenidos los trabajará en forma simultánea o no. En el primer caso, deberá seleccionar material equivalente o idéntico
que promueva la actividad de los niños. Los diferentes tipos de material didáctico marcan los tiempos de uso en que un recurso a disposición de los niños promueve su actividad significativa. La observación del docente de esta actividad, le permitirá  evaluar cuándo se agotaron las posibilidades de ese recurso y es necesario retirarlo. El docente debe analizar qué materiales ha puesto a disposición del niño y si realmente son utilizados por ellos, evitando la superposición de materiales (cual capas geológicas) que se observa en algunos sectores cuando, durante todo el año, están los mismos materiales cubiertos de polvo pues ya nadie los utiliza.





El material didáctico

El mercado ofrece una enorme variedad de material didáctico, pero no todo lo que se vende es adecuado para el trabajo pedagógico. Los pocos recursos económicos con los que, a veces, cuentan los jardines obligan a realizar una selección inteligente de los mismos. Para efectuar esta selección es necesario recordar que, según las oportunidades que brinda al accionar del niño, el material didáctico se diferencia de la siguiente manera:
· Cerrado: es aquel material que tiene una única forma de resolución, por lo tanto una vez que el niño resuelve su dificultad deja de ofrecer desafíos. Algunos materiales de este tipo son los rompecabezas, loterías, encajes, etcétera.
· Semicerrado: aunque tiene ciertas reglas para su uso, posibilita que el niño desarrolle diversas formas de resolución. Por ejemplo, los juegos de cartas, el dominó, el juego de la oca, entre otros.
· Abierto: este material crece con el niño, es decir, permite que el niño lo utilice de acuerdo con sus capacidades actuales de organización porque no tiene reglas establecidas previamente. El material que reúne esta característica son los de construcción: bloques, ladrillos tipo rasti o mis ladrillos, legos, dakis, de dramatizaciones, etcétera.
En este sentido, resulta necesario aclarar que en los dos últimos tipos de material didáctico (semicerrado y abierto) admiten una mayor potencialidad creativa de parte de los niños y en estos conviene realizar los mayores gastos.
Los materiales en el espacio áulico Para establecer con cuánto material es necesario contar, se tiene que definir previamente cómo se realizará la actividad: en forma individual, en pequeños grupos, en todo el grupo. Por otro lado, se deberá establecer si todos tienen que tener el mismo material, materiales equivalentes o diferentes. En cualquier caso se impone la búsqueda del equilibrio: ni tan poco que impida a los niños operar, elegir o construir sus propios proyectos de juego.



El niño y la Autoexpresión

-Aspectos a evaluar en las primeras etapas del dibujos



Desde el mismo inicio del garabato podemos anilizar diferentes aspectos, si bien, cuando el dibujo toma una especial relevancia en la evaluación es a partir de los 4 - 5 años, momento en el que está consolidado.

A continación se exponen algunos de los elementos que pueden ser susceptibles de observación y evaluación en las primeras etapas del niño. 

1- El modo en que coge los lápices.

Lo hace de forma tranquila o lo agarra fuertemente. Su trazo será seguramente aún torpe pero si los agarra de forma forzada puede ser un indicador de tensión. Es aconsejable que le indiquemos tranquilamente como debe cogerlos, pero dejándole cierta libertad en sus primeros encuentros con el papel para que vaya experimentando.

2- La mirada y la actitud.¿Disfruta el niño con la actividad? ¿Solicita los lápices?
Debemos verificar si está pendiente de lo que hace fijando la mirada en el papel o simplemente se limita a hacer movimientos con el lápiz sin prestar atención. En éste último caso deberíamos intentar corregirle y que atendiera visualmente a lo que está haciendo. Si no está motivado para pintar mejor dejarlo para otro momento. No forzarlo.
Una inclinación natural hacia el dibujo es buen indicador de la capacidad de aprendizaje posterior.

3- El espacio que ocupa.Ver el espacio que ocupa en el papel puede darnos algunas pistas. En general ocupar todo el espacio se asocia a confianza, seguridad, ganas de explorar el entorno, etc. Cuando el espacio ocupado se reduce a alguna zona en concreto o los garabatos son pequeños se interpretaría en sentido contrario, es decir, timidez, retraimiento, introversión.

4- El trazo.
Un trazo firme, seguro y estable al hacer el garabato puede significar soltura de movimientos, ganas de explorar, de experimentar, buena predisposición al juego, a aprender, etc. Si el trazo se efectúa con exceso de presión o velocidad puede ser un indicador de impulsividad o falta de control.

5- Forma.
En general, los niños empiezan dibujando formas rectilíneas para progresivamente incorporar las formas onduladas. Una vez pasada la etapa de los primeros garabatos, cuando se empieza a adquirir un poco de destreza con el dibujo, las líneas rectas largas trazadas de esquina a esquina del papel, en especial las ascendentes, pueden ser indicadores de cierta agresividad hacia el exterior o falta de control de impulsos. Por el contrario, los trazos con predominio de las formas onduladas o redondeadas son propias de niños con mayor control sobre sí mismos y quizás de mayor complicidad afectiva con las figuras de apego.

- El dibujo a partir de los 5 años



Como hemos visto, tras la primera etapa, el garabato se ha transformado progresivamente en un dibujo con forma, con color e intención comunicativa que refleja la madurez de los cambios madurativos, pero también, la forma particular en que el niño ve y vive su mundo. El dibujo es la representación de su universo subjetivo.

Sin embargo, es a partir de los cinco años, cuando el dibujo se convierte en una herramienta de gran utilidad en la evaluación psicológica de los niños. Acompañándolo de preguntas simples acerca de algunos de los aspectos dibujados, nos proporciona información valiosísima y el niño lo vive de forma muy natural, poco intrusiva lo que le ayuda a expresarse con libertad.

- Rasgos psicológicos y su expresión en el dibujo


La siguiente tabla muestra un resumen de algunos rasgos psicológicos y su expresión en el papel. Esta exposición pretende ser aproximativa. No deben, en todo caso, interpretarse las asociaciones de determinadas características con evidencias ciertas de la presencia de determinadas conductas o patrones emocionales. Los datos expuestos obedecen a probabilidades estadísticas no a hechos con seguridad absoluta. Se trata sólo de pistas que pueden orientar una evaluación más objetiva y especializada en los ámbitos que se consideren relevantes.

el juego en el nivel inicial como estrategia de enseñanza

El juego es uno de los aspectos esenciales del crecimiento, favorece el desarrollo de habilidades mentales, sociales y físicas; es el medio natural por el cual los niños expresan sus sentimientos, miedos, cariños y fantasías de un modo espontáneo y placentero. Así mismo sienta las bases para el trabajo escolar y para adquirir las capacidades necesarias en etapas posteriores de la vida.
El juego le permite al niño conocer su mundo, descubrir su cuerpo, conocer a otras personas y relacionarse con estas, desarrollar vocabulario e imitar roles de adultos. El juego es un medio primordial en el aprendizaje de los niños de nivel inicial.
En los últimos años se ha perdido el verdadero valor del juego tradicional a causa del avance de la tecnología. Hoy en día los niños se encuentran rodeados de juegos con alto valor de violencia, por eso creemos que es conveniente, como docentes y padres, orientarlos hacia otros tipos de juego.
El juego, transcurre en un tiempo siempre presente, creando un mundo paralelo y utilizando los elementos de la realidad al mismo tiempo que saben que juegan.
El juego sé relaciona con el placer y permite la exteriorización de deseos, afectos y pensamientos.
La actividad lúdica precisa tres condiciones:

• Satisfacción: de necesidades vitales imperiosas.
• Seguridad: afectiva.
• Libertad: para atreverse.

En la institución escolar el ambiente esta organizado especialmente para promover diferentes tipos de juego, de acuerdo con los objetivos que pretende alcanzar el docente.
La didáctica del nivel utiliza el juego como recurso o estrategia de enseñanza que provoca determinados aprendizajes. El juego y el lenguaje son herramientas básicas que permiten a los niños transformarse en miembros de una cultura.
El juego es patrimonio de la infancia y un derecho  inalienable, una necesidad que la escuela debe favorecer ofreciendo oportunidades para el desarrollo de las capacidades representativas como la creatividad, la imaginación, la comunicación, ampliando la capacidad de comprensión del mundo.

Les sugerimos una serie de paginas en donde pueden encontrar buen material didáctico para los mas pequeños de la casa: